En su apuesta hacia la excelencia, el Hospital Británico incorpora constantemente tecnologías de primer nivel, en este caso el nuevo Sistema de Criopreservación con Descenso Programado.
Para comprender la utilidad de esta tecnología, debemos comprender el objetivo de la criopreservación, el cual es conservar las células progenitoras hematopoyéticas de manera que se preserve la cantidad necesaria y con una viabilidad adecuada, para lograr la reconstitución hematológica de un paciente sometido a un tratamiento mieloablativo. Implica primordialmente, un cambio de fase de un sistema líquido en sólido, por medio del frío, a fin de bloquear de una manera homogénea y total los sistemas enzimáticos celulares, en espera de su posterior reconstitución e infusión para repoblar eficientemente la médula ósea de los pacientes que se encuentran en proceso de trasplante de Células Progenitoras Hematopoyéticas, consiguiendo un resultado exitoso desde el punto de vista funcional.
Dicho equipo permite un descenso programado, controlado y estandarizado de temperatura, a través de un sistema que cuenta con un software específico que dirige el proceso y una cámara con conexión a Nitrógeno líquido, asegurando así, mediante implementación de mecanismos programados (siempre iguales, con variación de temperatura establecida y objetivamente demostrados) el descenso de la temperatura.
El mismo se inicia con un descenso lento de temperatura que logra una disminución de 1°C/minuto que estabiliza el medio extra e intracelular (en el que aún no se produce congelación), llegando así a los -10°C, momento crítico donde se inicia la formación de cristales de hielo y puede existir daño celular. Es en este momento en el que el nitrógeno líquido es inyectado a la cámara en cantidad rápida y suficiente que asegura un descenso de temperatura de 10°C/minuto y de esta manera la formación de cristales es tan rápida que no permite que exista deshidratación celular y por lo tanto preserva la viabilidad celular, prosiguiendo luego, con diferentes modificaciones de temperatura, que llevan a la consolidación y estabilidad de la congelación del producto para su posterior almacenamiento.
Finalmente, el software permite tener un registro de dicho descenso, a través de un gráfico, por lo que se cuenta con un control de calidad de dicho proceso.
Con esta tecnología, el Hospital Británico está a la altura de los mejores centros de trasplante de Progenitores Hematopoyéticos del mundo.