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Diario EL PAIS 03.10.14
El Hospital Británico promueve la protección solar o fotoprotección, para evitar los daños que la radiación ultravioleta puede causar en la piel, sobre todo en esta época del año, en la que aumenta la exposición al sol de la población. En el marco de su política permanente de prevención y educación en salud, el Hospital Británico brinda a sus asociados sugerencias en materia de protección solar o fotoprotección, que es el conjunto de medidas destinadas a evitar los daños en la piel producidos por la radiación ultravioleta. Con las medidas de protección solar nos protegemos de la radiación ultravioleta, que son ondas electromagnéticas originadas por la luz solar o por fuentes artificiales, como las camas solares. Las radiaciones ultravioletas pueden generar cáncer de piel, dañar los ojos, disminuir la acción del sistema inmunológico –responsable de defendernos contra infecciones y cánceres- y producir envejecimiento cutáneo. Atraviesan las nubes y penetran en el agua. Son reflejadas por la arena, la nieve, el agua y el cemento. Una de las preguntas más frecuentes, sobre todo en primavera y verano, cuando aumenta la exposición al sol, es si existe un bronceado saludable. “No, el bronceado es un mecanismo de defensa de la piel expuesta al daño producido por la radiación ultravioleta”, explicó el doctor Carlos Carmona, referente del Departamento de Dermatología del Hospital Británico. Por ello no es recomendable exponerse al sol al mediodía, ya que “las radiaciones ultravioletas son máximas en ese momento del día y son las responsables de las quemaduras solares”, apuntó. Debemos protegernos toda la vida. “El daño solar producido en la piel es acumulativo, por ello se dice que ‘la piel tiene memoria’.El cuidado de los niños es fundamental porque tiene un impacto muy importante en su vida adulta en cuanto a la prevención del cáncer de piel”, señaló Carmona. “Es importante –añadió- tener en cuenta que la protección solar no se limita al momento de la exposición solar en la playa. También debemos protegernos cuando estamos al aire libre, practicando deportes, caminando o trabajando. El uso de los protectores solares es muy importante, pero debe acompañarse de otras medidas como el uso de ropa, gorro, lentes, buscar la sombra y evitar estar expuestos en las horas de mayor radiación ultravioleta”, abundó. Carmona sostuvo que la política del Hospital Británico orientada a reducir la incidencia del cáncer de piel en la población, basada en la prevención y la detección temprana, obtuvo una excelente respuesta de los socios de la institución. “Es importante educar y que la población tenga clara la vinculación entre la exposición acumulativa a los rayos ultravioleta a lo largo de los años (provenientes del sol y las camas solares) y el cáncer de piel”, recalcó. El Departamento de Dermatología trabaja, a su vez, fuertemente asociado al Departamento de Cirugía Plástica, conformando un equipo de trabajo que permite resolver rápidamente el tratamiento de las lesiones tumorales de piel.