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Llegó el invierno y con él la presencia de bajas temperaturas que invitan a variar la alimentación, dando paso a las sopas y caldos, las comidas de olla, las salsas y los aderezos calientes. No es necesario cambiar la estructura general de la alimentación, sino poner especial atención a las necesidades que puedan provocar las bajas temperaturas, ya que sin importar la estación del año que se trate la alimentación saludable debe ser un hábito constante. En cualquier época del año debemos mantener una alimentación variada y equilibrada. La Jefa del Departamento de Nutrición y Dietoterapia del Hospital Británico, licenciada Alejandra Amestoy, elaboró una guía con consejos útiles, o “puntos clave”, para mantener una alimentación saludable también en invierno. Debemos “comenzar el día con un completo desayuno que combine diferentes grupos de alimentos: lácteos, panificados (por ejemplo pan o galletas con bajo tenor graso), y frutas o jugos de fruta natural”. A lo largo del día lo ideal es “mantener una dieta equilibrada, que sea variada y completa, en donde siga primando el aporte de vegetales”. A su vez, “controlar la cantidad de alimentos energéticos, especialmente la de alimentos típicos de invierno como leguminosas (porotos, lentejas, garbanzos, etc) y frutos secos (nueces, almendras, avellanas, castañas, etc), debido a su aporte calórico”. Una buena opción es combinar los frutos secos entre ellos o con semillas (lino, girasol, zapallo, entre otras) para “obtener un mayor aporte de fibra, antioxidantes y grasas de buena calidad”. Amestoy recomienda “organizar el menú con igual aporte calórico que en otras épocas del año, no es necesario ingerir una mayor cantidad de alimentos por las bajas temperaturas que se presentan”. De esta forma, “controlar la cantidad de alimentos permitirá a su vez controlar el peso corporal”. Así “incorporar un plato de caldo o sopa de vegetales como entrada es un truco invernal fundamental, que colabora con el aumento de la temperatura corporal”. También “incluir opciones de infusiones calientes entre horas, como té, café, leche descremada y caldos de verdura” y controlar el consumo de bebidas calóricas, como chocolate caliente, café con cremas u otros agregados. El complemento ideal de una alimentación variada y equilibrada es mantenerse activo. “Además de cuidar la alimentación, es fundamental aunque exista frío realizar ejercicio físico en forma regular para mantener un adecuado estado de salud”, apuntó Amestoy. RECUERDA: una alimentación variada y equilibrada supone un seguro de vida a largo plazo….. Lic. Alejandra Amestoy MSc.